Todos los veranos insistimos en la importancia de cuidarnos de los efectos nocivos del sol. Parece que cada vez hay mayor concienciación sobre los daños que puede producir el sol sobre nuestra piel, pero no somos tan conscientes del daño que puede ejercer sobre nuestros ojos.
Existen dos tipos de daños a nivel ocular que se pueden producir si nos exponemos al sol sin protección:
- Daños a corto plazo: el sol puede provocar conjuntivitis, queratitis, irritación, enrojecimiento, sensación molesta e incluso visión borrosa y dolor.
- Daños a largo plazo: éstos son debidos al efecto acumulativo de la radiación ultravioleta, que afecta a la córnea, cristalino y retina.
A continuación os dejamos algunas recomendaciones para cuidar de nuestros ojos este verano:
- Utilizar gafas de sol seguras, que posean filtros adecuados para las radiaciones perjudiciales. Es recomendable adquirir las gafas en establecimientos sanitarios de garantía.
- Tener especial cuidado con niños y adolescentes, ya que sus ojos están en formación y el cristalino que es el encargado de filtrar la luz ultravioleta no está desarrollado completamente.
- Evitar las horas de máxima radiación ultravioleta (de 12 a 16 horas).
- Extremar la protección en pacientes que han sido sometidos a cirugías oculares.
- Utilizar gafas de sol polarizadas para protegerse de superficies que reflejan la luz solar como el agua del mar y la arena.
- Vigilar el uso de algunos medicamentos como antihistamínicos, antibióticos, quimioterápicos, anticonceptivos, antipsoriásicos y tranquilizantes, que tienen efecto fotosensible.
Recuerda que en Farmatia contamos con una sección de Óptica donde encontrarás una gran variedad de gafas de sol para adultos y niños.